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martes, 29 de octubre de 2013

DESDE MI CALLE

SOY BUENO Y MUY INTELIGENTE......

Ninguna parábola, comparanza o semejanza, debería ser sometida a examen científico. Debería ser entendida por la gente sencilla, y no ocultar la soberbia del sapiente. En las parábola, entre otras, se definen tipos de humanos definidos. En conocida expresión teatral, serían personajes de una pieza. Serian soberbios y jactanciosos (los que se creen buenos é inteligentes), y humildes y acomplejados (los que se reconocen más bien como pecadores). Los primeros parecen reclamar reconocimiento y premio, mientras que los segundos piden compresión y perdón. Contienden la soberbia del farsante y la humildad que se identifica con la verdad. Los soberbios, poco seguros deberían estar de su poca valía, cuando necesitan confirmarla mirándose al espejo, y no dándose cuenta que, a la postre,  presumir de ser el primero es síntoma de mediocridad.

Tal vez, en todo tiempo y lugar, éste sea el sino del "sacacuartos oficial". Los Montoro's de turno no son, a pesar de que se crean buenos e inteligentes, bien vistos por esa mayoria que son los humildes, la gente del pueblo llano, que padece la soberbia de esos jactanciosos. Parece tratarse de una tentación inaguantable, sin reconocer que siempre existen humildes perjudicados y ofendidos, víctimas de ellos que alardean de ser "buenos e inteligentes".

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.

2 comentarios:

  1. La dicotomía entre la soberbia y la sapiencia. No casan nunca, aunque la soberbia se empeñe
    Gran reflexión amigo Miguel Angel

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  2. Soberbia y humildad: dos conceptos antagónicos, por desgracia amigo Miguel Angel, en este país estamos padeciendo las brabuconadas sobérbicas de un Gobierno que nos dice que estamos en la recuperación. Ellos saben muy bien que, no es verdad; hemos estado más de 5 años para destruir 6 millones de empleos. ¿ Cuánto tiempo costará restablecer lo perdido?. Con estas brabuconadas del señor Cristóbal Montoro, tienen muy poco de humildes y poca credibilidad.
    Este Gobierno no se caracteriza por ser humilde, más bien por todo lo contrario.
    Un abrazo.

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