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viernes, 29 de noviembre de 2013

DESDE MI CALLE


LA CARCEL

Según el diccionario, el  significado de carcel es: "Edificio o local edificado para encerrar a los condenados a una pena de privación de libertad o a los presuntos culpables de un delito".

!Es un lugar!, es decir un espacio limitado, en el que entran un determinado número de personas. En cambio, si leemos los datos facilitados por los funcionarios de prisiones de la UE, la ocupación en España de las cárceles es el 133%, es decir un 33% más de su  capacidad de ocupación, mientras que la media en el continente es del 25%. Señalan en su informe que los servicios de prisiones se están convirtiendo en "almacenes de carne humana".

Visité hace años una cárcel donde estaba ingresado un conocido. Lo que más me impactó, no fué la sala de visitas y la situación personal en que me lo encontré, sino en la cola que habia esperando a que les avisasen para entrar. En esa cola la mayoria eran mujeres, con paquetes de comida, eso si revisados, abiertos y en algunos casos esparcidos por los mostradores sin importarles cómo. Les pregunté a algunas de esas mujeres a quien iban a visitarles. La contestación fué obvia, a sus maridos, hijos, parientes, etc. El porqué estaban en prisión también uno se podía imaginar, consumo o tráfico de drogas, hurtos, etc.

Reflexionando al salir de la cárcel, me dí cuenta que en mi visita no ví más que a gente desesperada, condenadas a prisión por delitos que podríamos calificar como leves. No ví a ninguno de esos delincuentes de "cuello blanco", que han robado, estafado, que son los causantes que esa gente desesperada esté donde esté, mientras ellos, si han sido detenidos y como "presuntos" culpables están dentro de la cárcel, sus visitas son en zonas separadas del "resto" (no sea que les vayan a contaminar); sus familiares, abogados, amigos, no sufren las vejaciones de los registros como los "otros". Son encarcelados de primera clase, todos ellos, o la mayoría, "presuntos". Tienen confianza en esos bufetes de abogados, que conociendo los recovecos de las leyes, es fácil que dentro de poco tiempo, les saquen de ese lugar. Un lugar que parece destinado a esos pobres drogadictos, o rateros de poca monta, a los que la desesperación les ha llevado a delinquir.

No termino, sin dejar mi rotunda protesta a esa masificacion carcelaria, pero sobre todo a que la misma sea de gente sin futuro. Un futuro al que le han abocado esos que juegan con el de ellos, y que, o bien están en sus despachos relucientes, o, si están en su misma carcel, sus celdas no carecen de ninguna de las comodidades; comodidades que a ellos les niegan.

No me siento capaz de, como en todos mis escritos, decir hoy que mi calle es la calle de todos, porque ni siquiera LA CARCEL es LA CARCEL de todos.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

DESDE MI CALLE


CRISTO - REY

Este domingo pasado, la Iglesia celebró su fiesta de Cristo Rey.

Dos vocablos CRISTO y REY. Que formas más distintas de ver la vida por los ojos de ambos.

El primero, CRISTO, fué ejecutado por ser un terrorista, representar un peligro para el Estado (romano), pero su personalidad, su doctrina, ha perdurado a traves de los siglos, siendo hoy en dia seguido por millones de personas -no todas necesariamente de total acuerdo con la version "oficial" que da la Iglesia del que fue su fundador- pero así y todo, el reconocimiento de su personalidad es aceptada y universal.

REY, Juan Carlos de Borbón I, al mismo tiempo Jefe del Estado (español). Me acuerdo de un hecho en un examen de revalida (aquella antigua revalida que tantos quebraderos de cabeza nos daba, y que ahora vuelve a estar en vigor en esa LOMCE del Sr.Wert) cuando a un compañero le preguntó el examinador: "Hábleme de los Borbones" y la respuesta fué :"Los Borbones descienden de los visigodos hasta el último Borbón que es Juan Carlos que está estudiando Náutica". Una respuesta que a todos nos hizo soltar una carcajada, pero que tenía gran sentido. Si los visigodos fueron catalogados como bárbaros, los borbones han hecho honor en el curso de sus mandatos a ese adjetivo.

El actual Jefe del Estado (español) Juan Carlos I de Borbón, en su "oficio" de REY, - cargo al que ha llegado "democráticamente" elegido por su antecesor Jefe del estado, Francisco Franco Bahamonde, igualmente accedido a ésa Jefatura por un "democrático alzamiento militar contra el Gobierno legítimimamente salido de las urnas" -, se ha dedicado más a sus aficiones personales, los deportes de la gente corriente como el esquí, la caza de elefantes o de todo animal que se pusiese a tiro, el navegar en su yate, participando en regatas náuticas (aquí vuelvo a la respuesta de la reválida sobre sus estudios de Náutica), etc.-  que de su cargo de Jefe del Estado (español), que debería conllevar un acercamiento a los problemas y circunstancias en que se encuentra la ciudadanía en todo el Estado (español). Aunque ni en eso ha debido ser un gran "deportista", pues en estos ultimos tiempos le vemos entrando y saliendo de hospitales, operación tras operacion - siempre con gran éxito, faltaría mas - y paseando su gallarda figura con bastones y muletas. Eso sí repartiendo sonrisas y "bromas" con los medios de comunicación.

En consecuencia, entre CRISTO y REY, entre la vida de uno y la de otro, estoy mucho más cerca de la de CRISTO, ajusticiado por rebelarse contra el Estado (romano), que la de JUAN CARLOS I, Jefe del Estado (español), indiferente a los problemas de la sociedad española.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.

lunes, 25 de noviembre de 2013

DESDE MI CALLE


                                                                                    
                                                                                      VALORES ETICOS
 
Observamos que de un tiempo a estar parte, los valores que siempre en nuestros pueblos, ciudades, paises, continentes han sido la base de la convivencia y el desarrollo entre los humanos, valores como la solidariedad, la voluntad de compartir y ayudar en lo posible a los problemas de tu vecino, amigo, o de alguien necesitado de esa ayuda, del tesón para conseguir un mundo mejor para nuestros hijos, un mundo basado en la educacion, el conocimiento y el progreso, un mundo en que la sinceridad sea la norma que debe regir en el trato cotidiano con la gente, ese mundo... quizás algo utópico... vemos que es sustituido por otro en que los valores fundamentales son la avaricia, la envidia, el ocio, la soberbia.

En esta época de crisis económica y desempleo masivo, el encuentro frecuente con gente necesitada de una ayuda, de menesterosos mendigando para dar de comer a su familia, es casi habitual. Esos que gobiernan y que deberian sensibilizarse ante estas desgracias, ponen por delante su avaricia, su soberbia; les tratan como a apestados, les despojan de toda dignidad, mientras ellos en su ociosidad y altaneria, abandonan su deber que, como gobernantes, deberian priorizar, que es el trabajar por conseguir una vida digna a sus gobernados, darles un trabajo que no sólo les ayude a sustentar a su familia, sino para que recuperen su autoestima y puedan sentirse nuevamente utiles. No piensan que, no por echar agua oxigenada y Betadine en una herida ésta se cura de golpe. Las cicatrices exigen paciencia y cuidados.

Los Estados deben comprender que los impuestos, que pagamos, de no muy buena gana, y por supuesto de manera impersonal e insensible, deberían servir para cumplimentar todos los servicios sociales, y de ese modo esos impuestos los pagariamos de buena gana, y por supuesto de una manera personal y totalmente sensible, pues se percibiría que llegan a todas las capas sociales, y su objetivo, el de conseguir para todos los ciudadanos una vida digna, se vería cumplido.

En ningun momento debemos olvidarnos de esos valores eticos, sustento de nuestra civilizacion.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.
 

martes, 19 de noviembre de 2013

DESDE MI CALLE


MENTIR 


Si tenemos en cuenta que un elemento esencial en la crisis española es el elevado nivel del endeudamiento del sector privado-incrementado después por el de la deuda pública-es evidente que nuestras economía ha de ser competitiva, lo cual exige moderar no sólo los costos laborables sino también los márgenes de beneficio. Nos mienten continuamente haciendo hincapié en la necesidad de reducir las rentas del trabajo como la mejor fórmula para mejorar esa competitivad. Mintió nuestro ministro de Hacienda cuando afirmó que los salarios no estaban bajando, sino que moderaban su crecimiento. Pues bien, en España, los costos laborables unitarios se han reducido, en los últimos años, con relativa rapidez, como consecuencia de la caida de los salarios y de la destrucción de empleo. Pero no ha ocurrido lo mismo con los márgenes empresariales, que han crecido curante la recesión.

Se está destruyendo a las clases medias y bajas, y sin éstas el salvaje capitalismo dominante en la actualidad, difícilmente podrá subsistir, porque se basa en el consumo de toda la sociedad, y no de las élites exclusivamente. La crisis del sistema ha eliminado millones de puestos de trabajo; ha modificado el marco jurídico de las relaciones laborales con la excusa de favorecer la creación de empleo, y, como consecuencia, los que nacen son precarios y mal retribuidos; los ingresos públicos son insuficientes para sostener el estado de bienestar, lo que justificaría recortar el gasto público, de forma que las clases medias y bajas no dejan de perder derechos.

Para poder salir de la crisis, debemos reflexionar.¿Hacia donde queremos ir? Más allá del corto plazo,el camino no consiste en bajar salarios, destruir derechos y eliminar la sociedad del bienestar; el camino es invertir más en educación, en investigación y desarrollo. Esta es la vía para aumentar felizmente la productividad, para conservar las clases medias y sostener el contrato social que garantice una sociedad igualitaria.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.

 

domingo, 17 de noviembre de 2013

DESDE MI CALLE

 
SOBERBIOS, MENTIROSOS

Según el diccionario:Soberbio: "Altivo, Arrogante y Elevado".
Según la Revista de Filosofía de Fdo. Mauricio González,"Soberbia, el principal de los pecados capitales": !Apetito Desordenado de la Propia Excelencia!.

Podríamos decir hoy en día que el principal pecado de todos los gobernantes, de cualquier pais, organización territorial... es la soberbia. Soberbia en sus relaciones con los gobernados, que como el amo que no tiene contemplaciones con sus trabajadores a los que trata como esclavos, no reconoce sus esfuerzos cumpliendo sus deberes, y a los que ni siquiera merecen, !qué menos!, una palabra de agradecimiento. Tan soberbios son que únicamente les importa su mundo, su familia, su dinero, lo que ellos llaman su carrera, sentirse inmunes, superiores a los demás.

No reconocen méritos en nadie. Detestan a los que reclaman insistentemente justicia. Hacen caso omiso de las quejas que reciben. Como portadores que se creen de la verdad (de su verdad) desprecian las demandas, los gritos de desesperación de aquellos sus gobernados, de los que se desentienden día si y día también. No les importa esos carteles que les muestran y que dicen estoy esperando, esperando que cumplan lo que habían prometido. Les habían mentido y en su soberbia se sienten orgullosos de ello, complacientes con si mismos a causa de las ventajas que tienen, y se jactan de poseerlas sobre los demás. Hablan con sus gobernados con tono despreciativo, mirándolos con aire desdeñoso.

Recordémosles que debe ser la humildad y no la soberbia ni la mentira la que debe guiar los pasos de todo buen gobernante.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.



domingo, 10 de noviembre de 2013

DESDE MI CALLE


AMISTAD.

Canta Roberto Carlos:

"Quiero llevar este canto amigo
a quien lo pudiera necesitar.
Yo quiero tener un millon de amigos
y así más fuerte poder cantar".

Si la canción es bella, más bello es aún lo que transmite. !Un millón de amigos! !Cúanta es la necesidad que tenemos de ellos! Más en en este mundo tan insolidario. La sociedad actual se inclina más al egoismo, a procurar resolver los problemas individualmente, por y para ellos en exclusiva.

Sin embargo, últimamente hemos conocido tragedias en las que esa insolidariedad ha dado paso a la amistad y ésta ha prevalecido sobre el egoismo. En esas tragedias, ha habido personas que no han dudado en poner en peligro sus vidas, incluso alguno perdiéndola, para salvar la de su compañero, su amigo; simplemente, porque consideraron necesaria su ayuda, así sin más. Me refiero, a esos "accidentes" del tren de Santiago o el de la mina de León. En ambos casos, no dudaron en prestar su ayuda, en el caso de Santiago en atender a los accidentados, y en el de la mina de León, en arriesgar su vida para salvar la de sus compañeros, sus amigos. Ha sido en ambos casos, un ejemplo de compañerismo, sin importar si eran conocidos o no, pues eran personas necesitadas de ayuda, de amigos en fin.

También en otro ámbito, han ocurrido otros hechos, que si no luctuosos como los anteriores, han tenido un gran impacto por sus consecuencias sociales. Me refiero al cierre de unas empresas emblemáticas en su entorno como son la TVV y Fagor Electrodomésticos.

Tanto los trabajadores de ambas, así como gran parte de los medios de comunicación, tanto locales como nacionales, las redes sociales, se han unido en sus críticas, se han rebelado, han hecho oir su voz, buscar el apoyo de ese "millon de amigos", en contra de esos que por considerarse personajes importantes, ocupados en conservar, por el momento, su priviligiada posición social y su poder a toda costa, se han alejado de los ciudadanos, del pueblo. No les interesa tener ese "millon de amigos" anónimos sino que prefieren unos cuantos afines a ellos. No les interesa los valores trascendentales de la amistad, únicamente los valores que cotizan en "bolsa". Tiemblan ante la perpestiva de una justicia social que les pueda exigir la renuncia a los bienes de los que disfrutan. Retratan a ese "millon de amigos" como sus enemigos, y no dudan en desacreditarles y ridicularizarles.

Sin embargo el valor de la amistad, la fidelidad, la justicia, la verdad, nuestra misma intuición cotidiana nos dice que merece la pena y tiene sentido sacrificar bienes inmediatos por otros más elevados, y que es noble el dar la vida, si es preciso, por ellos.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.. canto como Roberto Carlos.

"Yo solo quiero mirar los campos,
yo solo quiero cantar mi canto,
pero no quiero cantar solito,
yo quiero un coro de pajaritos".


miércoles, 6 de noviembre de 2013

DESDE MI CALLE




DAR VIDA A LOS AÑOS.


Es útil reflexionar sobre el ciclo vital: vivimos un ratico. Apenas comenzamos a vislumbrar de qué va la  vida y ya nos tenemos que apear de ella. La suerte es que estamos y evolucionamos entre un (ex) y un (todavía). La indefensión individual y la vulnerabilidad son unas compañeras que nos acompañarán siempre, además de la existencia del deterioro y la muerte. Nadie se jubila igual ¿Por qué?. El abanico de formas de jubilarse y por lo tanto de formas de envejecer, es muy amplio, puesto que genes, cerebro y conducta (estilos de vida) se influyen entre sí. La biografía más que la biología, moldea la forma de jubilarse de cada persona. Se podría decir, que forjamos nuestra propia jubilación. Nos jubilamos de nuestra actividad profesional, pero no nos jubilamos de la vida, que tenemos que seguir construyéndola.

La jubilación es un acontencimiento vital. Según nuestras estrategias adaptativas la jubilación puede convertirse en una experiencia positiva, agridulce o muy negativa. La adaptación a la jubilación se empieza a realizar meses antes de que suceda. Cómo no, abordamos la muerte y el morir. La muerte nunca puede ser enteramente aceptada, pero se puede elaborar, con el tiempo, un conjunto de sentimientos que pueden llegar a un estado de verdadera resignación y distanciamiento. No se teme a la muerte sino el proceso de morir, y el miedo a la muerte limita nuestra capacidad de amar. Lo que da sentido a la vida no es haber vivido poco o mucho tiempo sino sentir que realmente se ha vivido, que la propia vida ha tenido sentido o que ha merecido la pena vivirla. Hay que darle vida a los años, y no años a la vida.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.

domingo, 3 de noviembre de 2013

DESDE MI CALLE


CONMEMORACION POR LOS DIFUNTOS

Para muchas personas el mes de noviembre, y no únicamente los días 1(Todos los Santos) y 2 (Día de Difuntos), es un tiempo de conmemoración de los difuntos, especialmente de sus familiares, amigos y conocidos.

En el hemisferio norte estamos en el corazón del otoño. La naturaleza vive su propia muerte, Todo- la luz solar, las hojas de los árboles- va muriendo lentamente. Podríamos decir que el otoño es una alegoría de ese morir lento que día a día, mes a mes, año tras año, nos acompaña a todos. Desde que nacemos estamos ya listos para morir.

Cada año, cuando llegan estas fechas, abrimos nuevamente el baúl de los recuerdos. De él sacamos los rostros y los nombres de todos aquellos hombres y mujeres que han estado vinculados a nosotros. Algunas personas viven estos momentos con gran tristeza. Si pudieran, evitarían toda conmemoración. No pueden soportar el recuerdo o el dolor de la separación. Otras, por el contrario, superada la fase de desgarro, viven estos momentos con gran serenidad.

Más allá de nuestra manera personal de evocar a nuestros seres queridos que ya han fallecido, ¿cúal es el sentido de estos días? ¿agradecerles que nos hayan ayudado a ser lo que somos? Cada persona muerta es una semilla de vida. Con el paso del tiempo, tomamos conciencia de lo que tal vez no comprendimos cuando se estaba produciendo: tantos detalles de amor, de cercanía. La gratitud, según el Diccionario Manual de la Lengua Española, es un sentimiento de reconocimiento que se tiene hacia una persona que te ha hecho un favor, un servicio o un bien. ¿Hemos sido conscientes durante el tiempo que compartimos con ellos de los favores, servicios y bienes que tuvieron con nosotros? ¿Alguna vez comprendimos lo que en realidad significaban para nosotros?.

Reflexionemos sobre eso, y, aunque ya no están con nosotros, sí podemos en nuestro interior reconocer esos valores que nos transmitieron y sentir que seguimos amándoles y recordándoles día a día.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos.