Entradas populares

viernes, 6 de junio de 2014

DESDE MI CALLE

ACTIVIDAD, GLORIA, FELICIDAD


¡Cómo contrasta una actividad ardorosa con la frialdad ordinaria! ¡Ah! Es verdad. También mi mente se mueve, se agita, se acalora, se enciende, pero ¿es por la gloria? ¿es por el bien de mis semejantes? ¿O es al contrario por viles intereses del momento, por sutiles Puntos de honra, por miserables competencias del amor propio? ¡Ah!, será que el celo que me devora no es tal vez sino ambición, codicia, vanidad, esto es, el celo del mundo!
 
 ¿Qué hago, en efecto, por conseguir el bienestar de ellos? Y, si se sienten defraudados, ¿cómo siento sus lamentos, acaso, hasta sus injurias? ¿cómo me esfuerzo en evitarlas o siquiera en repararlas? Si estuviesen tan amenazados mis intereses como lo están siempre los de ellos, ¿estaríame tan tranquilo y sosegado como me estoy ahora en presencia de tanta desatención, de tantas iniquidades a las que se les someten? ¡Ojalá no sea yo de aquellos mimos que, con su flojedad y malos ejemplos, contribuyen a ese malvivir al que están arrojados!

 Cuando me ven, quizás me roguen, con sus temblorosas palabras, diciendome:   ¡Dadme una esperanza, una esperanza que apague ese fuego abrasador que me consume día y noche; dádmela para que también yo, experimente un celo, pero no un celo vanidoso ni codicioso, ino un celo que me ayude a conseguir una completa felicidad.

Desearía entonces contestarle diciéndole: !Compañero deseo ser parte de vuestro vivir, en la medida que lo permitan mis fuerzas y condición. Con mi conversación, con mi influencia, con mis relaciones, con mi dinero, con todas mis fuerzas, procuraré complacerte cuanto pueda, para que seáis cada día más feliz, esa felicidad que tanto necesitáis junto a vuestros seres queridos!.

DESDE MI CALLE, que es la calle de todos

PASTORAL: SANTO DEL DIA


SAN ROBERTO DE MOLESMES

Nacido alrededor del año 1029, en Champagne, Francia, de padres nobles llamados Thierry y Ermengarde; muerto en Molesmes, el 17 de Abril de 1111.

A los quince años de edad comenzó su noviciado en la abadía de Montier-la-Celle, o St.Pierre-la-Celle, situada cerca de Troyes, de la cual posteriormente llegó a ser prior.

En 1068 fue sucesor de Hunaut II como abad de St. Michael de Tonnerre, en la diócesis de Langres.

En esa época una banda de siete ermitaños que vivían en el bosque de Collan, en la misma diócesis, buscaron tener a Roberto como su jefe, pero los monjes, a pesar de que resistían su autoridad constantemente, insistieron en conservarlo como su abad porque gozaba de una gran reputación y era el ornamento de su casa.

Las intrigas de ellos determinaron a Roberto a renunciar a su cargo en 1071 y buscar refugio en el monasterio de Montier la Celle. El mismo año él fue colocado en el priorato de St. Ayoul de Provins, que dependía de Montier-la-Celle. Mientras tanto dos de los eremitas de Collan viajaron a Roma y rogaron a Gregorio VII les concediera como superior al prior de Provins. El Papa accedió a la solicitud y en 1074 Roberto inició a los eremitas de Collan en la vida monástica.

Como la localización de Collan fue encontrada inadecuada, Roberto fundó un monasterio en Molesme, en el valle de Langres a fines de 1075. A Molesmes llegó como huésped el distinguido canonista y doctor (écolâtre) de Reims, Bruno, quien en 1082, se colocó él mismo bajo la dirección de Roberto, antes de fundar la celebrada orden de Chartreux (Cartuja).


 En ese tiempo la primitiva disciplina estaba aun en pleno vigor, y los religiosos vivían del trabajo de sus manos. Pronto, sin embargo, el monasterio llegó a enriquecerse a través de una multitud de donaciones, y con la riqueza, a pesar de la vigilancia del abad, vino el aflojamiento de la disciplina.

Roberto se esforzó en reestablecer la primitiva austeridad, pero los monjes mostraron tanta resistencia que abdicó y dejó el cuidado de su comunidad a su prior, Alberico, quién se retiró en 1093.

Al año siguiente él volvió con Roberto a Molesme. El 29 de Noviembre de 1095, el Papa Urbano II confirmó el instituto de Molesme. En 1098 Roberto, aún incapaz de reformar a sus rebeldes monjes, obtuvo de Hugo, arzobispo de Lyons y Le gado de la Santa Sede, autoridad para fundar una nueva orden conforme a nuevas reglas.

Veintiún religiosos dejaron Molesmes y alegremente se pusieron en camino hacia un lugar deshabitado llamado Cister en la diócesis de Chalons, y la abadía de Cîteaux fue fundada el 21 de Marzo de 1098.

Dejados a sí mismos, los monjes de Molesmes apelaron al Papa, y Roberto fue reestablecido en Molesme, que desde entonces llegó a ser un ardiente centro de vida monástico.

Roberto murió el 17 de Abril de 1111 y fue sepultado con gran pompa en el iglesia de la abadía. El Papa Honorio III en 1222, mediante Cartas Apostólicas, autorizó su veneración en la iglesia de Molesmes y poco después esa veneración se extendió a la Iglesia entera mediante un Decreto pontificio.

jueves, 5 de junio de 2014

DESDE MI CALLE

ALEGRIAS Y TRISTEZAS.

Un dicho muy común es aquél que dice que "después de la tempestad llega la calma". Tambien "después de la alegría puede llegar la tristeza", y o viceversa.

No todo debería ser, después de una jornada laboral, dedicarse únicamente al descanso y a la familia. Deberíamos dedicar más tiempo a conversar con la gente, a  recorrer las calles de nuestras ciudades, de nuestros pueblos, y ver y escuchar a la gente reirse o, cada vez más frecuentemente, observar sus rostros de tristeza,. Gente que quizás se acuerden de aquellas palabras que, un día, oyeron a su mayores: "Mientras el mundo estará alegre, vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría" Esta es la esperanza que les anima a seguir confiando en que merece la pena el vivir.

La situación conflictiva que vivimos hoy, incluso con esa sensación de sentirnos totalmente desamparados, hace necesaria, casi diría imprescindible, la experiencia de la alegría. Sólo así podremos vivir la dureza del presente, como el parto de algo nuevo. A veces, es más fácil verlo en nosotros mismos que en el mundo que nos rodea. ¿Cúantas de nuestras crisis, de nuestras tristezas, no han sido la antesala de nuevos descubrimientos, de un gozo más enraizado?

Tengamos pues, la esperanza que, del mismo modo que después de la tempestad llega la calma, también después de la tristeza nos llegue la alegria.

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.
 

 



PASTORAL: SANTO DEL DIA

San Norberto, Arzobispo de Magdeburgo

6 de Junio



 Nació en Xanten y desde joven abrazó la vida religiosa, recibiendo las órdenes menores, incluyendo el subdiaconato. Fue convertido cuando caminando por un sendero un rayo asustó a su caballo e hizo que lo derribara al suelo, dejándolo sin conocimiento por más de una hora. Lo primero que dijo al volver en sí, fueron las palabras de San Pablo: "¿Señor, que quieres que yo haga?" y por respuesta oyó las palabras del salmo 37: "Apártate del mal y haz el bien". La conversión fue tan repentina y tan completa como la del apóstol Pablo; se retiró a una casa de oración a meditar y a hacer penitencia y se puso bajo la dirección de un santo director espiritual. Después de hacer los debidos estudios fue ordenado sacerdote en el año 1115.

Uno de sus propósitos fue cumplir y seguir fielmente el Evangelio, y difundirlo por todo el mundo. El Pontífice Gelasio II le concedió licencia para predicar por todos los paises, fundando una comunidad en una zona desértica llamada "Premonstré".

Los monjes, con el santo a la cabeza, se dedicaron a vivir el Evangelio lo mejor posible, y pronto San Norberto tuvo nueve conventos en diversas partes del país. El Papa Honorio II aprobó la nueva comunidad, la cual se extendió por varios países.

Fue nombrado Arzobispo de Magdeburgo, y San Norberto se dedicó con todas sus energías a poner orden en su arquidiócesis, ya que muchos laicos se estaban apoderando de los bienes de la Iglesia y algunos sacerdotes no tenían el debido comportamiento. Sus reformas tuvieron una fuerte oposición. Le inventaron toda clase de calumnias y trataron de levantar al pueblo en su contra. Dos o tres veces el santo obispo estuvo a punto de ser asesinado. La rebelión llegó a tal extremo que San Norberto tuvo que salirse de Magdeburgo, pero entonces empezaron a suceder tan terribles males en la ciudad, que los ciudadanos fueron a pedirle que regresara y le prometieron ser más obedientes a sus mandatos e instrucciones. A los pocos años, en el clero se notaba ya un cambio muy consolador y un gran progreso en el fervor y en las buenas costumbres.

 En Roma, los enemigos del Papa Inocencio II eligieron un antipapa, llamado Anacleto, expulsando a Inocencio II de la ciudad eterna. San Norberto convenció al emperador Lotario para que con un gran ejército, fuera a Italia a defender al Pontífice, el cual sin ayuda militar del exterior no podía entrar a Roma. El emperador Lotario, por influencia de nuestro santo, se dirigió con su ejército hacia Italia y en mayo del año 1133 entró a Roma, acompañado de San Norberto y de San Bernardo, y posesionó de nuevo al Pontífice.
Terminada esta su última gran acción, el santo se sintió ya sin fuerzas; en 20 años de episcopado había hecho un trabajo como de sesenta años. Murió en Magdeburgo, el 6 de junio de 1134, a los 53 años.

miércoles, 4 de junio de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DÍA

San Bonifacio, Arzobispo de Máinz, Mártir
5 de Junio                                                                               

Llamado el "Apóstol de Alemania" por haber evangelizado sistemáticamente las grandes regiones centrales, por haber fundado y organizado iglesias y por haber creado una jerarquía bajo la jurisdicción directa de la Santa Sede. Sus dones de misionero y reformador generaron importantes frutos.

Winfrido (su nombre de bautizo) se trasladó de muy joven a la abadía de Nursling, en la diócesis de Winchester, donde se le nombró director de la escuela. Ahí escribió la primera gramática latina que se haya hecho en Inglaterra. A la edad de 30 años recibió las órdenes sacerdotales y se dedicó al estudio de la Biblia. En el año 718 el Papa San Gregorio II otorgó a Winfrido un mandato directo para llevar la Palabra de Dios a los herejes en general. El Santo partió inmediatamente con destino a Alemania, cruzó los Alpes, atravesó Baviera y llegó al Hesse.

En poco tiempo, pudo enviar a la Santa Sede un informe tan satisfactorio que el Papa hizo venir al misionero con miras a confiarle el obispado. El día de San Andrés del año 722, fue consagrado obispo regional con jurisdicción general sobre Alemania. Bonifacio regresó a Hesse y como primera medida, se propuso arrancar de raíz las supersticiones paganas que eran el principal obstáculo para la evangelización. En el año 731, el Papa Gregorio III, sucesor de Gregorio II, mandó a San Bonifacio el nombramiento de metropolitano para toda Alemania más allá del Rhin, con autoridad para crear obispados donde lo creyera conveniente. En su tercer viaje a Roma fue nombrado también delegado de la Sede Apostólica. San Bonifacio y su discípulo San Sturmi fundaron en el año de 741 la abadía de Fulda, que con el tiempo se convirtió en el Monte Cassino de Alemania.

Años más tarde, cuando el Santo se disponía a realizar una confirmación en masa, en la víspera de Pentecostés, apareció una horda de paganos hostiles que atacó al grupo brutalmente. El cuerpo del Santo fue trasladado al monasterio de Fulda, donde aún reposa.

 

martes, 3 de junio de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DIA

SAN FRANCISCO CARACCIOLO


 Nació en los Abruzos (Italia), el 13 de octubre de 1563. A los 21 años, le dio una enfermedad terrible a la piel,semejante a la lepra, y todos creían que sería incurable. Entonces Francisco le hizo a Dios esta promesa: "Si me curas de esta enfermedad, dedicaré mi vida al sacerdocio y al apostolado". Así, curado de milagro, decidió cumplir con su promesa y empezó a prepararse para el sacerdocio. Se fue a Nápoles, y allá, apenas ordenado sacerdote se unió a un grupo de apostolado que se dedicaba a atender a los presos de las cárceles.

En el año 1588 un gran apóstol llamado Juan Adorno, dispuso fundar una comunidad religiosa que dedicara la mitad del tiempo a la oración y la otra mitad al apostolado. Para esto mandó una carta a un tal Ascanio Caracciolo, pidiéndole consejos acerca de este proyecto y proponiendo su colaboración. Pero, sucedió que los que llevaban la carta se equivocaron de destinatario y en vez de entregarla a Ascanio la entregaron a san Francisco Caracciolo. El, al leerla encontró que esta comunidad era lo que él había deseado por muchos años y junto con Juan Adorno fundaron la nueva congregación.
La nueva comunidad recibió el nombre de "Clérigos regulares".

El Papa Sixto V aprobó la nueva Congregación, y les fue concedida una casa junto a la famosa Basílica Santa María la Mayor. Pronto empezaron a llegarles muchos jóvenes con la aspiración de pertenecer a la comunidad. Los fervorosos religiosos se dedicaban a predicar misiones por pueblos y veredas y a hacer apostolados en las cárceles y hospitales. Tenían ciertos sitios apartados y solitarios para dedicarse a la oración y a la meditación.

Al morir su compañero, fue nombrado nuestro santo como superior general de la Congregación.

Poseía el don de curaciones. Muchas veces con la señal de la cruz devolvía la salud a los enfermos. Fundó una gran casa religiosa en Nápoles, que pronto se llenó de nuevos religiosos. Fundó también casas en Madrid, Valladolid y Alcalá en España.

En 1607 renunció a todos sus cargos y se dedicó a la oración y a la meditación. En su habitación, en Nápoles lo encontraron varias veces en el suelo, con los brazos en cruz, en éxtasis, orando y mirando al crucifijo absorto.

Murió el 4 de junio del año 1608. Tenía apenas 44 años. Su cuerpo, después de muerto despedía suaves fragancias que por tres días llenaron aquel recinto.

lunes, 2 de junio de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DIA

San Carlos Luanga y
 los mártires de Uganda 
Año 1886



Uganda es un país del Africa. Los padres Blancos del Cardenal Lavigerie empezaron a misionar ese país y pronto hubo muchos negros convertidos al catolicismo y esta religión les transformó muy notablemente su modo de pensar y obrar.
Y sucedió que el jefe de esa nación, llamado Muanga, tenía el vicio de la homosexualidad. Y cuando el jefe del personal de mensajeros del palacio José Makasa, se convirtió al catolicismo le hizo saber al jefe que la Biblia condena y prohibe totalmente la homosexualidad y que la llama una "aberración", o sea algo abominable, que va contra la Ley Divina y que es totalmente impropio de la persona humana. Y que el Libro Sagrado dice que "la homosexualidad es un pecado merecedor de la muerte" (Levítico 18) y "algo que va contra la naturaleza (Rom. 1,26) y que los que lo cometen no poseerán el Reino de Dios (1 Cor. 6,10). Esto indignó tanto al reyezuelo, que ordenó asesinar a José Makasa el 15 de noviembre de 1885, y así este llegó a ser el primero de los 26 mártires de Uganda. (Ahora se llama San José Makasa). Otra de las causas del asesinato de José fue haber reprendido al rey por el asesinato del dos misioneros.
Al saber esta terrible noticia, los demás católicos que trabajaban en el palacio real como mensajeros o empleados, en vez de acobardarse, se animaron más fuertemente a preferir morir antes que ofender a Dios. La segunda víctima fue un pequeño mensajero llamado Denis. El jefe Muanga quiso irrespetar a un jovencito llamado Muafa, pero este le dijo que su cuerpo era un templo del Espíritu Santo, y que él se haría respetar costara lo que costara. Averiguó el rey quién le había enseñado al niño estas doctrinas y le dijeron que era otro de los mensajeros, Denis, ¡y le dio muerte! Así este jovencito llegó a ser el segundo mártir San Denis. (Antes de darle muerte, el rey le preguntó: "¿eres cristiano?" y el niño respondió: "Sí, soy cristiano y lo seré hasta la muerte").
Mientras tanto allá en un salón del palacio, el nuevo jefe de los mensajeros, Carlos Luanga (que había reemplazado a San José Makasa) reunía a todos los jóvenes y les recordaba lo que enseña San Pablo en la S. Biblia, que "los que cometen el pecado de homosexualidad tendrán un castigo inevitable por su extravío" (Rom. 1,18) y les recordaba que "homosexualidad es la tendencia a cometer acciones impuras con personas del propio sexo", y que eso no es amor de caridad que busca el bien de la otra persona, sino que es un "amor de concupiscencia" por el afecto que se siente hacia personas bien parecidas del propio sexo, y que lo que busca es satisfacer sus propios apetitos e inclinaciones anormales hacia las cualidades físicas del otro. Y les narraba cómo las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas por una lluvia de fuego por cometer ese pecado, y cómo la Biblia anuncia tremendos castigos para los que lo cometen. Carlos terminaba sus charlas recordando aquellas palabras de Jesús: "Al que se declare a mí favor aquí, yo me declararé a su favor en el cielo".
Con estas instrucciones de Carlos Luanga, ya todos los jovencitos mensajeros y empleados del palacio real de Uganda quedaron resueltos a perder su vida antes que renunciar a las creencias católicas o perder la pureza de su alma con un pecado de homosexualidad. Y ahora iba a llegar el desenlace fatal y sangriento
 El reyezuelo tenía como primer ministro al terrible brujo Katikiro, el cual estaba disgustadísimo porque los que se volvían cristianos católicos, ya no se dejaban engañar por sus brujerías. Y entonces se propuso convencer al rey de que debía hacer morir a todos los que se declararon cristianos.
El cruel Muanga reunió a todos sus mensajeros y empleados y les dijo: "De hoy en adelante queda totalmente prohibido ser cristiano, aquí en mi reino. Los que dejen de rezar al Dios se los cristianos, y dejen de practicar esa religión, quedarán libres. Los que quieran seguir siendo cristianos irán a la cárcel y a la muerte".
Y luego les dio una orden mortal: - Los que quieran seguir siendo cristianos darán un paso hacia adelante".
Inmediatamente Carlos Luanga, jefe de todos los empleados y mensajeros del palacio, dio el paso hacia adelante. Lo siguió el más pequeño de los mensajeros, que se llamaba Kisito. Y enseguida 22 jóvenes más dieron el paso decisivo. Inmediatamente entre golpes y humillaciones fueron llevados todos a prisión.
El Padre misionero no había alcanzado a bautiza a algunos de ellos, y entonces estos jóvenes valientes viendo que su muerte estaba ya muy próxima pidieron a Carlos que los bautizara. Y allí en la oscuridad de la prisión Carlos Luanga bautizó a los que aún no estaban bautizados, y se prepararon todos para su paso a la eternidad feliz, que ya estaba muy cerca.
El reyezuelo los volvió a reunir y les preguntó: "¿Siguen decididos a seguir siendo cristianos?". Y ellos respondieron a coro: "Cristianos hasta la muerte". Entonces por orden del cruel ministro Katikiro fueron llevados prisioneros a 60 kilómetros de distancia por el camino, y allí mismo fueron asesinados por los guardias.
Después de haberlos tenido siete días en prisión en esas lejanías, en medio
de los más atroces sufrimientos, mientras reunían la leña para el holocaustos el 3 de junio del año 1886, día de la Ascensión, los envolvieron en esteras de juntos muy secos, y haciendo un inmenso montón de leña seca los colocaron allí y les prendieron fuego. Entre las llamas salían sus voces aclamando a Cristo y cantando a Dios, hasta el último aliento de su vida. Por el camino se llevaron los verdugos a dos mártires más, ya mayores de edad. El uno por haber convertido y bautizado a unos niños (San Matías Kurumba) y el otro por haber logrado que su esposa se hiciera cristiana (San Andrés Kawa). Ellos se unieron a los otros mártires (de los cuales 17 eran jóvenes mensajeros) y en total murieron en aquel año 26 mártires católicos por defender su fe y su castidad.
El cruel Katikiro fue fusilado y echado a los perros unos años después en una revolución. El reyezuelo Muanga fue derrotado por sus enemigos y desterrado a terminar sus años en una isla solitaria. Y los 26 mártires de Uganda, con Carlos Luanga a la cabeza, fueron declarados santos por el Papa Pablo VI, y ahora en Uganda hay un millón de católicos: "La sangre de los mártires, produce nuevos cristianos".

DESDE MI CALLE

CHISPITA

"Chispita" no es una chispa eléctrica menor, ni una broma, ni siquiera el nombre de alguna telenovela. "Chispita" era el nombre de un gato siamés del que quiero escribir su historia, mientras vivió conmigo.









En una etapa de mi vida laboral, estuve trabajando en Palma de Mallorca. Allí, un compañero de trabajo tuvo una camada de gatos siameses. Fué ofreciendo a los que querían tener uno de ellos. Se quedó con dos. Uno, según él, era más dócil y el otro más travieso. En aquel tiempo había yo alquilado una planta baja en un edificio a las afueras de la capital. Me comentó, el compañero, si no me importaba quedarme con uno de los dos gatos con los que él se había quedado. Dado que tenía una terraza grande, pensé que no me vendría mal el tener la compañía con un gato, ya que su amo me había comentado que me cedería el cariñoso. No sé si se confundió, o lo hizo a propósito, pero el gato que me entregó resultó que fué el travieso.

Confieso que le cogí cariño. Le puse por nombre "Chispita", ¿Por qué ese nombre? No me acuerdo, pero comencé a llamarle así. La primera noche, y a la madrugada, me desperté sobresaltado porque sentí movimiento en mi cama. El susto fué tremendo. Ví unos ojos brillantes que me miraban desde donde descansaban mis pies. No sé si grité, pero es fácil que lo hiciese. Pasado el susto, le atraje hacia mí, y se durmió a mi vera.

Salía yo de trabajar hacia las 3 de la tarde y, después de comer me tumbaba un poco, era verano y calentaba. Dejaba la ventana del cuarto, que daba al norte, abierta para que entrase un poco de brisa, cuando la había. "Chispita" después de su ronda diaria por los alrededores, se asomaba a la ventana y si me encontraba acostado se arrollaba en mis piernas. Pero no todo era placidez con el gato (ya dije que era el travieso), y hacía de las suyas. En una ocasión se subió encima del televisor y empezo a agitarlo de tal manera que menos mal que estaba yo viendo algún programa y le hice bajar. Cuando fregaba yo su "espacio", al acabar, creo que esperaba a ello, hacía nuevamente sus necesidades allí donde todo estaba limpio. Otra vez, le que entraba en casa corriendo, y por detrás un gato grande que iba tras él. Se refugió entre mis piernas, y cuando conseguí que el otro gato se marchase fué detrás de él provocándole. Era "Chispita" todo un gato.  Eso sí, bastaba que le silbase o le llamase, para que acudiese rápidamente donde mí.

Unas vacaciones me fuí a casa, y en una jaula especial, conseguí que le admitiesen en el avión que me llevaba de Palma a Bilbao. Le acomodé en un camarote que tenía. Allí le alimenté tanto que engordó 2 Kgr., por lo menos. Pero sucedió un accidente. Tenía yo en la cocina un canario, y un día, pues..cuando llegué a casa no quedaban del pobre más que las plumas. Volví de las vacaciones con reserva de embutidos. Colgué, ya en Palma de Mallorca, una ristra de chorizos en el patio, bien alineados y en el alto de un madero que había. Fuí a trabajar, y se me hizo la mañana larguísima esperando llegase la hora de ir a casa, y prepararme un buen bocata de chorizo. Abro la puerta, y observo que... había rastros de chorizo por toda la entrada. Llego, temblando, al patio y de los chorizos no quedaban ni la piel. Cabreadísimo y con el escobón en mi mano grito: "Chispitaaa", "Chispitaaaa", pero nada. El jodido de él se había escabullido. Regresó a la noche y, como si nada hubiese pasado, se restregó entre mis piernas. Ya se me había pasado el enfado, y riéndome le acaricié la cabecita.

Un buen día, al volver del trabajo "Chispita" no estaba. No volvió más. ¿Qué le pasó? Nunca lo supe. "Chispita" había desaparecido de mi vida para siempre.

Por eso, he querido dedicar estas palabras al recuerdo de ese gato siamés al que le puse por nombre "Chispita".

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.

domingo, 1 de junio de 2014

PASTORAL: SANTO DEL DIA


 Santos Marcelino y Pedro
Mártires
Año 304

 El primero de estos dos santos mártires era un sacerdote muy estimado en Roma, y el segundo era un fervoroso cristiano que tenía el poder especial de expulsar demonios. Fueron llevados a prisión por los enemigos de la religión, pero en la cárcel se dedicaron a predicar con tal entusiasmo que lograron convertir al carcelero y a su mujer y a sus hijos, y a varios prisioneros que antes no eran creyentes. Disgustados por esto los gobernantes les decretaron pena de muerte.
A Marcelino y Pedro los llevaron a un bosque llamado "la selva negra", y allá los mataron cortándoles la cabeza y los sepultaron en el más profundo secreto, para que nadie supiera dónde estaban enterrados. Pero el verdugo, al ver lo santamente que habían muerto se convirtió al cristianismo y contó dónde estaban sepultados, y los cristianos fueron y sacaron los restos de los dos santos, y les dieron honrosa sepultura. Después el emperador Constantino construyó una basílica sobre la tumba de los dos mártires, y quiso que en ese sitio fuera sepultada su santa madre, Santa Elena.
Las crónicas antiguas narran que ante los restos de los santos Marcelino y Pedro, se obraron numerosos milagros. Y que las gentes repetían: "Marcelino y Pedro poderosos protectores, escuchad nuestros clamores".
 

DESDE MI CALLE

RAZONES PARA CREER

Existen muchas razones poderosas para creer en "la utopía", el vivir dignamente", "el trabajo solidario", incluso en la maternidad que haga que los niños puedan crecer y desarrollarse en un mundo más justo.

Todos tenemos nuestros problemas. Quizás no sean enormes, pero en más de una ocasión nos han servido como excusa para no complicarnos, por lo menos eso deseábamos, la vida.

Después de los días de trabajo, si con suerte cuentas con ello, deseamos tener derecho a un descanso. Pero, siempre hay "un pero", andamos económicamente ajustados. Apenas nos llega para las necesidades básicas. Nos gustaría ayudar a esas organizaciones que se desviven por los más desfavorecidos, por la gente que está en el paro, por ayudar a los ancianos quer se encuentran solitarios, en sus casas, en sus residencias. A muchos de estos ancianos sus parientes les han relegado a una mísera existencia. Piensan aquello de "Nadie quiere resolver mis necesidades".

Nos gustaría ponernos en camino hacia esa "utopia", pero hay ocasiones en que la realidad está por encima de nuestros deseos. Ese camino quiséramos que nos condujese a resolver esas necesidades, esos problemas, que no sólo los tienen  los ancianos, sino muchos que carecen de trabajo, que pasan toda la semana, dia tras día, recorriendo y dejando curriculum por todos los establecimientos que encuentran a su paso. En ocasiones nos da hasta vergüenza que, aunque precario, tengamos un trabajo, que nos ayuda en nuestras básicas necesidades.

En ese camino hacia tu vida futura, a veces tienes la tentación de pensar en que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha, o al revés. No te importa hacer un favor, pero al mismo tiempo agradecerías que lo reconociesen. Más tarde piensas ¿es justo eso? ¿no es mejor hacer el favor sin esperar nada a cambio? Entonces comprendemos que la tarjeta de visita de una entrega gratuita es siempre la alegría y la sencillez, que ese pequeño acto de entrega es, también, porque igualmente hay alguien que lo hace contigo sin reserva alguna.

Por eso, debemos de creer en la utopia, si, pero no porque la realidad sea imposible, sino porque todo es posible.

DESDE MI CALLE, que sigue siendo la calle de todos.