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martes, 18 de febrero de 2014

DESDE MI CALLE


TAPARSE LA BOCA

Llevo tiempo observando en las noticias de deporte de los telediarios de casi todas las cadenas de televisión, cómo los futbolistas, principalmente aquellos llamados "estrellas" (deben de tener ese adjetivo por el dinero que les cuesta a los clubs su ficha anual), cuando saben que están las cámaras de televisión filmándoles, bien en los entrenamientos, bien cuando hacen ejercicios en el campo durante el calentamiento previo, bien cuando están en el banquillo de los suplentes, cómo al dirigirse a conversar con algún compañero suyo o con su entrenador, colocan la mano en la boca, en un claro indicio de que no desean que se sepa la conversación que mantienen, aunque sea ésta algo sin relevancia, nada de particular.
En cambio, cuando están en el campo jugando el partido, y algún rival les hace una fea entrada, o les empuja, no tienen ningún reparo en insultarle, diciéndole cosas como "eres un hijo de p..", "la próxima vas a ver", "te voy a hacer saltar tu dentadura", y otras lindeces por el estilo. No se arrugan ni siquiera ante el árbitro, juez de la contienda por cierto, cuando éste les señala algun falta, o les saca una tarjeta, o les pita un penalty que consideran injusto, llamándole "yo no he hecho nada" (lo más sueve), "hijo de p.."(está de moda esta frase en el deporte), "que malo eres", etc. etc. Entonces no ponen la mano en la boca para que no se sepa lo que están diciendo. Entonces no. Se disculpan con eso de las pulsaciones a tope.
Tampoco se "tapan la boca" cuando filman esos anuncios que les proporcionan tantos ingresos como los que ganan en su club.
En resumen, me parecen unos hipócritas orgullosos. Creen que es privado lo que conversan con sus
compañeros, pero no tan privado cuando están insultando en el campo.

Sin embargo, hay otros "personajes", ésos que se dedican a la política, esos que incluso presumen de gobernarnos y que también también se sienten "estrellas", aunque su salario sea menor que el de los futbolistas, tienen otras formas de aumentar éstos, no con anuncios sino con "influencias" de todo tipo y en muchos sectores de la economía, éstos, repito, "personajes" cuando se disponen a abrir su boca y enfatizar sobre algún suceso ocurrido, en vez de llenarnos con sandeces y mentiras sus respuestas, de prometer, a sabiendas de que no van a cumplirlas, "el oro y el moro", pusiesen sobre sus bocazas la mano de forma que nadie pudiese escucharles, les agradeceríamos su silencio y no nos importaría ni nos molestaría, sino todo lo contrario, que se "tapasen la boca". Aunque seguiríamos considerándoles también unos orgullos hipócritas, unos falsos carentes de todo tipo de principios, unos mentirosos compulsivos, no tendríamos que "echar pestes" cada vez que saliesen en los medios de comunicación, por cierto normalmente en los afines, por distintos motivos, a ellos.
Otro tanto, podríamos decir de los "tertulianos", vocablo que se ha puesto tan de moda, en la multitud de tertulias que proliferan en la radio como en la televisión, tanto como antes proliferaban los concursos o festivales de canciones - con éstos por lo menos te divertías un rato -. También esos "tertulianos" deberían de "taparse la boca", y dejarnos disfrutar de otro tipo de programas que nos instruyan y entretengan.

DESDE MI CALLE que sigue siendo la calle de todos.